Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa. Respira profundamente tres veces. Sé consciente de la presencia amorosa de Dios, quien te acompaña en esta jornada de crecimiento y descubrimiento.
Mateo 5:17
No piensen que he venido a abolir la ley o los profetas. No vine para abolir, sino para cumplir.
La totalidad de la palabra de Dios, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, está dirigida a nosotros. Jesús es la realización de aquello para lo que los profetas estaban preparando a la gente. Los profetas escribieron muchas cosas que todavía hoy son válidas. Por ejemplo, que nuestra esperanza está en la promesa de que Dios nos ama y nos libera del sufrimiento. Una vez restablecidos y renovados, nos enraizamos en la justicia y la creencia en las promesas de Dios. Cuando vivimos con esta esperanza podemos ayudar a que los demás vean también la presencia de Dios en sus vidas.
¿Cómo puedo ayudar a los demás para que puedan ver sus vidas en las promesas de Dios?
¿Cuál de las promesas de Dios necesito escuchar hoy en mi corazón?
(Habla con Jesús rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Jesús, salvador mío, cumplimiento de la promesa de Dios, consuélame y quédate a mi lado en mi lucha diaria.