Antes de comenzar tu retiro, respira profundamente y sé consciente de la presencia amorosa de Dios.
Mateo 19:21
Jesús le contestó: “Si quieres ser perfecto, ve, vende tus bienes, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; después sígueme”.
Estas conocidas palabras¬† son el consejo que¬† Jesús dio al joven rico cuando este pidió lo que tenía que hacer para alcanzar la vida eterna.¬† No fue la respuesta que el joven esperaba. Hasta aquel¬† momento, el joven pensaba que su éxito estaba asegurado. En un instante todo cambió. Su apego a sus posesiones materiales era un precio a pagar demasiado grande. Imitamos al joven rico cuando nos distanciamos de nuestra fe emocional o espiritualmente. A veces el precio de ser discípulo puede parecer cruel, pero las palabras de Jesús y su presencia amorosa nos recuerdan por qué el precio bien vale cada centavo.
¿Qué enseñanzas de Jesús encuentro más difícil de seguir?
¿Qué hago cuando me encuentro cara a cara con las verdades difíciles de la fe?
(Habla con Jesús rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Jesús, gracias por llamarme a ser tu discípulo. Cuando me retas sa er más de lo que soy, ayúdame a dejar atrás todo lo que me detiene. Te ruego que te pueda seguir en libertad hasta el día en que nos encontremos en la eternidad.