Al comenzar tu retiro, deja de lado todas tus distracciones. Respira profundamente. Abre tu mente y tu corazón a Dios.
Galatas 5:22-23
Por el contrario, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio propio. Frente a estas cosas no hay ley que valga.
Este pasaje de la Sagrada Escritura es parte de la carta que Pablo escribió a los gálatas en un momento en que su congregación pasaba por momentos difíciles. Otros misioneros estaban llevando por el camino equivocado a estos nuevos conversos al insistirles que la salvación dependía de la fe en Cristo y del seguimiento de la ley mosaica. Pablo les recuerda que no es la ley mosáica la que salva sino la fe en Jesús y en sus promesas. Pablo les manda un mensaje lleno de esperanza. Nos recuerda a nosotros que también estamos llamados a vivir en la libertad de la cruz. La labor del Espíritu Santo en las primeras comunidades cristianas, y en las nuestras ahora, nos lleva al amor, la paz, la bondad, la generosidad, la fidelidad, la ternura y el autocontrol.
¿Cuáles son los frutos del Espíritu Santo que reconozco cuando sigo su guía?
¿Qué puedo hacer para estar más en harmonía con la obra del Espíritu Santo en mí?
(Habla con Dios usando tus propias palabras o hazlo con la siguiente oración). Señor, lléname de tu Espíritu Santo para que pueda dar testimonio jubiloso con todo lo que digo y hago.