Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa para dejar de lado todas las distracciones. Respira profundamente y descansa en la presencia amorosa de Dios.
1 Corintios 15:3-4
Ante todo, les he transmitido lo que yo mismo había recibido: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras.
Encontrar la vida a través de la muerte es una paradoja difícil de asimilar. El apóstol San Pablo identifica la muerte y la resurrección de Jesús como una verdad importante. El Credo de los Apóstoles que profesamos hace eco de esta verdad. El camino que Jesús eligió para llevarnos a la salvación es la muerte. Resucitado por obra del Padre, Jesús nos comparte su vida divina en el Espíritu Santo. La gracia que recibimos de Jesús a través del Espíritu Santo nos ayuda a serle fieles en nuestra vida.
¿Cómo ven los demás a Cristo en mí?
¿Dónde reconozco más fácilmente la gracia del Espíritu Santo en mi vida?
(Haz una pausa y habla con Jesús usando tus propias palabras o recitando la siguiente oración). Jesús, tú me muestras el camino a la vida eterna. Dame la gracia de compartir mi fe y servir a los demás.