Antes de comenzar tu retiro, respira profundamente y sé consciente de la presencia amorosa de Dios.
Mateo 8:12
¿Que les parece? Supongamos que un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una: ¿no dejará las noventa y nueve en el monte para ir a buscar la extraviada?
¿Qué opinas? ¿No es un riesgo demasiado grande dejar el rebaño para ir a buscar una oveja perdida? ¿Qué ocurriría si un animal salvaje les atacase cuando tú no estás? Así comienza el círculo sin fin de buscar a una mientras se pierden más. No parece que sea una buena manera de aprovechar el tiempo. Esta es la idea que Jesús trata de comunicar. Desde una perspectiva humana, arriesgar 99 para salvar 1 no tiene mucho sentido. Pero para Dios, 1 es tan importante como 99. A cada uno de nosotros se nos valora y ama. No hay nada que pueda impedir que Dios salga en nuestra búsqueda cuando nos perdemos. Todos y cada uno de nosotros merecemos la pena de correr el riesgo.
¿Cómo puedo demostrar mi gratitud a Dios hoy por buscarme cuando estoy perdido?
¿En qué ocasión me perdí y, afortunadamente, Dios me encontró?
(Habla con Dios rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Sé mi pastor, O Dios, y mantenme a salvo. Confío en tu amoroso cuidado.