Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa para dejar de lado todas las distracciones. Respira profundamente y descansa en la presencia amorosa de Dios.
Salmos 34:15
Apártate del mal, obra bien, busca la paz y sigue tras ella.
Parece simple sentido común. Pero mientras que a primera vista este verso puede parecer pasivo, incluye cuatro verbos que indican acciones y que contradicen esa apariencia inicial: apártate, obra, busca y sigue. No hay nada pasivo aquí. La vida del discípulo es activa, dinámica y vigilante. El discípulo está constantemente en proceso de conversión personal. Este proceso crea una reacción en cadena que gana impulso a medida que avanza, llevando a que otros también puedan llegar a experimentar la paz y libertad del Reino de Dios.
¿Soy activo o pasivo en mis esfuerzos para que prevalezca la paz?
¿De qué otras maneras puedo elegir dar la espalda al mal y hacer el bien?
(Habla con Jesús rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras). Jesús, gracias por llamarme a reconvertir mi vida. Guía mis pasos por el sendero de la paz.