Al comenzar tu retiro, deja de lado todas tus distracciones. Respira profundamente. Abre tu mente y tu corazón a Dios.
Fillipenses 1:6
Estoy seguro de que quien comenzó en ustedes la obra buena, la llevará a término hasta el día de Cristo Jesús.
Estas palabras de la carta a los Filipenses nos llenan de esperanza. La confianza que nos transmite es capaz de lograr que espíritus que languidecen recobren vida. Cada uno de nosotros somos un proyecto, nunca una obra terminada. Mientras sigamos cooperando con el plan de Dios, nuestro proyecto continuará desarrollándose hasta el día en que muramos y nos encontremos con Dios en persona. Puede que nos sintamos bloqueados o que nuestra vida no tiene un propósito. Tal vez pensamos que somos demasiado mayores para cambiar nuestra forma de pensar o demasiado jóvenes para asumir responsabilidades. Pero la vida es más que el presente. Podemos tener la certeza de que Dios está trabajando con y a través de nosotros y desea darnos -y nos dará- mucho más.
¿Realmente creo que Dios está continuamente trabajando en mí?
¿Qué cambios veo en mi forma de pensar cuando tengo presente que las otras personas también son proyectos en los que se está trabajando?
(Habla con Dios rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras). Dios de la esperanza y de lo inesperado, gracias por el trabajo que has comenzado en mí. Concédeme la gracia de ser paciente con todo aquello que siento está incompleto en mi interior.