Al comenzar tu retiro, deja de lado todas tus distracciones. Respira profundamente. Abre tu mente y tu corazón a Dios.
Mateo 5:9
Felices los que trabajan por la paz, porque se llamarán hijos de Dios.
A todo el mundo le gusta tener la razón. Pero, ¿qué importancia tiene hacer lo que se quiere o tener la última palabra? A la larga, lo que cuenta es la palabra de Dios. Por eso es tan importante que nos aseguramos que nuestras palabras y hechos lleven la paz a los demás. En esta bienaventuranza Jesús nos dice que al promover la paz estamos actuando de verdad como hijos de Dios.
¿Insisto en que todo se haga como yo quiero, incluso cuando realmente no importa?
¿Dónde en mi familia o en mi ministerio estoy llamado a promover la paz?
(Reza reverentemente esta oración o hazlo usando tus propias palabras.) Príncipe de la Paz, viniste para que entendamos como vivir en paz. Perdona mis fallos y ayúdame ser más abierto y hospitalario en mis relaciones con los demás.