Al comenzar tu retiro, deja de lado todas tus distracciones. Respira profundamente. Recuerda lo mucho que te ama Dios.
Lucas 8:15
“Lo que cae en tierra fértil son los que escuchan la palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen y dan fruto gracias a su perseverancia”.
La semilla no siempre cae en tierra fértil. Como sabemos de la parábola, la semilla puede caer entre espinos o piedras. Cualquiera que haya tratado de cultivar algo entiende las repercusiones de esto. Para que crezca una semilla, hay que preparar la tierra y cuidar del semillero. Ese es el mismo mensaje que Jesús tenía para sus oyentes. Debemos prepararnos para recibir la Palabra de Dios y luego crear las condiciones para que arraigue en nosotros. Una vez que lo hemos escuchado, podemos abrazarla y hacerla nuestra. Así como sembrar es el primer paso hacia la cosecha, el escuchar la Palabra es solamente el principio de nuestro encuentro con Dios. Por nuestra parte se necesita perseverancia y generosidad para que la Palabra de fruto en nuestras vidas.
¿Cómo me preparo para recibir la Palabra de Dios?
¿En qué estado está la tierra de mi vida en este momento?
(Habla con Jesús rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Jesús, concédeme la gracia de un corazón generoso y acogedor para abrazar la Palabra que siembras en mí.