Al comenzar tu retiro, deja de lado todas tus distracciones. Respira profundamente. Abre tu mente y tu corazón a Dios.
1 Juan 4:9-11
Dios ha demostrado el amor que nos tiene enviando al mundo a su Hijo único para que vivamos gracias a él . . . Queridos, si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
El amor es una fuerza que da vida. Deja a un lado el aislamiento y el miedo, y nos guía hacia la comunicación y comunión con los demás. Cuando experimentamos el amor de Dios, nuestra vida cambia tanto interna como externamente. En Jesús experimentamos nueva vida. Llenos del amor de Dios, nuestra única reacción es dar ese amor a los demás.
¿Cómo se refleja en mi relación con los demás la vida que he recibido de Jesús?
¿Cómo ha transformado mi vida el amor de Dios?
(Agradece a Dios su amor usando las palabras que desees o hazlo con la siguiente oración). Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ayúdame a reflexionar en tu amor y a responder generosamente a las necesidades de los demás.