Antes de comenzar tu retiro, respira profundamente y sé consciente de la presencia amorosa de Dios.
1 Reyes 8:58
Que incline hacia él nuestro corazón, para que sigamos todos sus caminos y guardemos los preceptos, mandatos y decretos que dio a nuestros padres.
Dios no está limitado ni contenido por la piedra, el mármol o cualquier otro material de construcción. Las palabras de Salomón durante la dedicación del Templo nos recuerda cuál es la naturaleza de nuestra relación con Dios. Dios no habita en un edificio sino dentro de nuestros corazones. La Iglesia, el Pueblo de Dios junto con Jesús, es el nuevo templo del Espíritu Santo. Expresamos la presencia viva de Dios en el mundo al amar al prójimo con el amor de Dios. Jesús intercede por nosotros, nos enseña y nos guía.
¿Qué señales de la presencia del Espíritu Santo veo en mi vida?
¿Hay indicios de que no estoy abierto a la acción del Espíritu Santo?
(Habla con Jesús y el Espíritu Santo rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras). Señor Jesús, abre mi corazón a la gracia del Espíritu Santo. Ayúdame, tú que obras en mí, a abrir los corazones de otros a tu amor.