Al comenzar tu retiro, deja de lado todas tus distracciones. Respira profundamente. Recuerda lo mucho que te ama Dios.
Salmos 96:11-13
Alégrense los cielos, salte de gozo la tierra, retumbe el mar y cuanto contiene. Salte de gozo la campiña y cuanto hay en ella, aclamen gozosos los árboles del bosque delante del Señor, que llega…
El salmista le hace una invitación a toda la creación: Alégrese y salte de gozo ante el Señor. El Creador de todas las cosas viene- ¿Qué otra respuesta se podría dar? En la parte más profunda de nuestro ser, toda la creación reconoce al que con cariño y esmero nos hizo. Cuando entramos en contacto con esta realidad maravillosa sólo hay una respuesta auténtica: la alegría. Como dijo Teilhard de Chardin: “La alegría es el signo infalible de la presencia de Dios“. Dios se encuentra presente en todas partes. Sigue a la alegría.
¿Qué es lo que me llena de alegría?
¿Cómo llevo alegría a aquellos con los que me encuentro?
(Habla con Dios rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Dios, Creador de todas las cosas, ayúdame a reconocer tu presencia en mí y a mi alrededor. Te pido ser un claro signo de alegría para los demás.