Dedica unos momentos a relajarte y a encontrar la serenidad interior. Presta atención a tu respiración. Sé consciente de la presencia de Dios en la parte más profunda de tu ser.
Galatas 5:25
Si vivimos por el Espíritu, sigamos al Espíritu.
Vivimos en un mundo que promueve la libre determinación y la libertad personal. Podríamos pensar que la libertad permite a la gente hacer lo que quiera. Pero tal como San Pablo lo menciona en su Carta a los Gálatas, la verdadera libertad es la que sigue al Espíritu Santo. Cuando vivimos en el Espíritu Santo, éste nos ayuda a tomar decisiones prudentes. No podemos asumir que, sólo porque el Espíritu Santo nos guía, ya no tenemos que poner un esfuerzo de nuestra parte. Es nuestra responsabilidad formar nuestra conciencia. Sólo entonces nos estaremos preparando para ir a donde nos guíe el Espíritu Santo.
¿Cuál es mi definición de “libertad“?
¿Recuerdo un momento en que el Espíritu Santo me guió para tomar una decisión prudente?
(Reza al Espíritu Santo usando las palabras que desees o hazlo con la siguiente oración). Espíritu de vida, tú le diste vida a la creación. Ayúdame a seguirte a donde tú me guíes.