Antes de comenzar tu retiro, respira profundamente y sé consciente de la presencia amorosa de Dios.
Tito 3:5
No por méritos que hubiéramos adquirido, sino por su sola misericordia , nos salvó con el baño del nuevo nacimiento y la renovación por el Espíritu Santo.
No hay nada que podamos hacer para merecer la misericordia de Dios. A fin de cuentas, no tiene nada que ver con el ser dignos. Tiene que ver con ser la creación de un Dios que es todo amor. En Jesús, el Hijo único de Dios, Dios derramó su misericordia e hizo posible nuestra salvación. En la carta de Pablo a Tito vemos los medios de la misericordia, el renacimiento y la renovación de Dios. Dios nos muestra un gran amor amándonos tanto que nos ofrece constantemente una segunda oportunidad. La misericordia de Dios es más grande que nuestra pecaminosidad.
¿Cómo he experimentado la misericordia de Dios?
¿Sobre qué aspecto del mensaje de Dios necesito reflexionar más hoy?
(Habla con Jesús rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, un pecador.