Al comenzar tu retiro, haga una pausa de unos momentos para dar vuelta a tu atencíon hacia adentro. Tomar algunas respiraciones profundas, relajarse, y reconocer que estás en la presencia amorosa de Dios quien te acompaña¬† en esta jornada de crecimiento.
Salmos 51:12
Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme.
En algún momento todo el mundo ha sentido el cansancio que expresa el salmista, cuando se ve incapaz de alcanzar solo su meta. Las exigencias de nuestra vida diaria y la acumulación de limitaciones y fracasos, grandes y pequeños, engendran desaliento. Es en esos momentos cuando la vida sacramental de la Iglesia nos reúne para que encontremos compasión, perdón, generosidad y fortaleza en Dios. Con los sacramentos nos restablecemos de nuestro quebrantamiento y se nos da vida nueva y esperanza. Renovados, fortalecidos y animados, podemos ser de nuevo la luz de Cristo para los demás.
¿Cómo puedo animar a otros a que ahonden en su deseo de participar en la vida sacramental de la Iglesia?
¿Qué renueva mi espíritu?
(Habla con Dios con tus propias palabras o hazlo con la siguiente oración). Crea para mí un corazón limpio, Dios, y renuévame con un espíritu firme.