Al comenzar tu retiro, deja de lado todas tus distracciones. Respira profundamente. Abre tu mente y tu corazón a Dios.
Isaias 66:18
Pero yo vendré para reunir a las naciones de toda lengua: vendrán para ver mi gloria.
En este pasaje del libro del profeta Isaías vemos un ejemplo del amor de Dios por todos los miembros de su pueblo. El profeta dice que Dios llama a una multitud de todo pueblo y nación. Nadie está excluido de participar de la gloria de Dios. Podemos imitar a Dios en nuestras vidas acogiendo a personas de origen distinto del nuestro o buscando nuevas formas de servir a los marginados de la Iglesia o de la sociedad.
¿Quiénes son las personas de mi comunidad que tienden a no ser tomadas en cuenta?
¿Cómo puedo imitar hoy el amor universal de Dios?
(Habla con Dios usando las palabras que desees o hazlo con la siguiente oración). Dios de amor, tú nos muestras con la palabra y el ejemplo cómo ser fiel en el servicio al prójimo. Ayúdame a que en todo lo que hago y en todo lo que soy, sea un testimonio de tu amor incondicional por todos los seres humanos.