Al comenzar tu retiro, deja de lado todas tus distracciones. Respira profundamente. Abre tu mente y tu corazón a Dios.
1 Pedro 1:8-9
Ustedes lo aman sin haberlo visto y creyendo en él sin verlo todavía, se alegran con gozo indecible y glorioso, ya que van a recibir, como término de [su] fe, la salvación personal.
El Bautismo es el comienzo de un camino hacia la fe, ya que ésta crece y madura a lo largo de nuestras vidas. El regalo de la fe que hemos recibido hace posible que podamos amar a Dios sin haberle visto nunca. Nuestra creencia en la salvación que nos fue prometida es lo que nos hace vivir con esperanza y ser así testigos de la presencia de Cristo entre nosotros. El júbilo es muestra de esa presencia. Es la marca del Cristiano. Amor y júbilo son los Frutos del Espíritu Santo. El amor y el júbilo también nos ayudan a sostenernos en los tiempos difíciles, a la vez que luchamos para llegar a la meta de nuestra fe, la salvación de nuestras almas.
¿Cómo me ayuda mi fe a amar a Dios?
¿Cómo puedo mostrar la presencia hoy día de Cristo entre nosotros?
(Habla con Jesús rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras). Jesús, con el Bautismo nos invitas a dejar atrás nuestra vida anterior y a vivir una nueva vida en ti. Haz que mi fe crezca y ayúdame a ser muestra de alegría para aquellos con los que me encuentre hoy.