Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa y relájate. Respira profundamente. Recuerda lo mucho que te ama Dios.
Mateo 6:17
Cuando tú ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara.
Al comenzar este tiempo de oración que es la Cuaresma, ¿Cómo podemos prepararnos? Se nos anima a hacer un cambio ritual de nuestra apariencia en preparación para una transformación interna. Unge tu cabeza, adórnate como hijo de Dios que te diriges hacia el Reino. Lava tu cara, prepárate para este peregrinaje del alma. Márcate con la cruz de tu salvación y comienza el camino con la cabeza alta y la mirada al frente.
¿Qué vas a hacer durante las próximas seis semanas para fortalecer tu compromiso con la forma de vida del Evangelio?
Reflexiona sobre cómo puedes “ungir tu cabeza y lavarte la cara“ durante la Cuaresma.
(Habla con Dios rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras). Oh, Dios, que nos das una segunda oportunidad. La Cuaresma se para mí. Lléname, dirígeme, fortaléceme, bendíceme para que pueda caminar por el sendero de tu cruz.