Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa para enfocarte en tu interior. Respira lenta y profundamente mientras recuerdas que estás en la presencia amorosa de Dios a lo largo de esta jornada de amor.
Hebreos 10:12
Cristo, en cambio, después de ofrecer un único sacrificio por los pecados, se sentó para siempre a la derecha de Dios.
El sacrificio que se le pidió a Jesús fue que diera su vida por nosotros. Hasta ese momento los sacrificios ofrecidos por los sacerdotes no tenían el poder de perdonar los pecados. El sacrificio de Jesús nos liberó una vez y para siempre del poder del pecado. Cada celebración de la Eucaristía hace presente la pasión, muerte y Resurrección que nos trajo la redención al mundo. Al compartir en la Eucaristía descubrimos nuestro camino hacia Dios.
¿Cómo puedo sentir el sacrificio de Jesús como una realidad actual y no como algo del pasado?
¿De qué manera se me pide que ofrezca mi vida por el bien de los demás?
(Habla con Jesús rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Jesús, Salvador, tu sacrificio inmenso me ha liberado del poder del pecado. Ayúdame a caminar con la libertad de los hijos de Dios.