Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa. Respira profundamente tres veces. Sé consciente de la presencia amorosa de Dios, quien te acompaña en esta jornada de crecimiento y descubrimiento.
2 Juan 1:3
Que Dios el Padre y Jesucristo, Hijo del Padre, derramen su gracia sobre ustedes y les den misericordia y paz en la verdad y el amor.
Las cartas del Nuevo Testamento suelen comenzar con una bendición. Esta nos hace una promesa: que la gracia, la misericordia y la paz de Dios y de Jesucristo estarán con nosotros. Este recordatorio nos sirve de gran consuelo cuando nos sentimos desbordados con las inseguridades y el ajetreo de la vida. La gracia, la misericordia y la paz de Dios no son regalos que el mundo nos ofrece. Cuando hacemos tiempo para dejar a un lado nuestra rutina diaria y permitimos que Dios intervenga, es entonces cuando podemos estar seguros de que la gracia, la misericordia y la paz de Dios y de Jesucristo estarán con nosotros.
¿Cuándo fue la última vez que hice tiempo para sentir la gracia, la misericordia y la paz de Dios?
¿A quién le deseo gracia, misericordia y paz hoy?
(Habla con Dios usando tus propias palabras o hazlo con la siguiente oración). Querido Dios, origen y fin de todas las bendiciones, gracias por tu promesa de estar con nosotros. Enséñame a tomar una pausa y recibir tus regalos con los brazos abiertos.