Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa para enfocarte en tu interior. Respira lenta y profundamente mientras recuerdas que estás en la presencia amorosa de Dios a lo largo de esta jornada de amor.
Exodo 20:2-3
Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses aparte de mí.
Dios puede liberarnos. Ya estemos en una prisión impuesta sobre nosotros o nos la hayamos auto-impuesto, el Dios del amor está esperando para guiarnos desde la esclavitud a la libertad. Podemos ser esclavos de ideas, comportamientos, personas, dinero, comida u otras sustancias. Dios nos suplica apasionadamente que le demos el lugar más importante en nuestras vidas. A medida que crecemos en nuestra capacidad para aceptar el amor que Dios nos tiene podemos tomar mejores decisiones y entonces descubrir que también crecemos en la libertad de amar a Dios y a los demás con mayor plenitud.
¿Hay algún área de mi vida en la que no soy libre?
¿Qué decisiones puedo tomar hoy que me ayudarán a ser más libre?
(Habla con Dios rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Dios que nos amas, gracias por llamarme desde la esclavitud a la libertad. Ayúdame a tomar decisiones que me lleven a estar más cerca de ti.