Dedica unos momentos a relajarte y a encontrar la serenidad interior. Presta atención a tu respiración. Sé consciente de la presencia de Dios en la parte más profunda de tu ser.
Exodo 20:12-14
Honra a tu padre y a tu madre; así prolongarás tu vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio.
Cada uno de nosotros ha sido hecho a imagen y semejanza de Dios, lo que a todos nos hace dignos y nos valoriza. Estos mandamientos se centran en el valor y la dignidad de las personas, valor y dignidad que nos da Dios en el momento de ser creados. Cualquier cosa que hagamos que degrade o dañe la dignidad de una persona es pecado. Esto incluye acciones dañinas entre padres e hijos o entre marido y mujer. El don de estos mandamientos se puede ver en la llamada a honrar a las personas como Dios lo hace.
¿A quién he hecho daño con una mentira, un chisme, prejuicios o mostrando falta de respeto?
¿Cómo puedo ser más cariñoso con los demás?
(Habla con Dios rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Dios creador, ayúdame a ver a los demás con tus ojos, de forma que pueda ser un reflejo más honesto del amor que les tienes tanto con mis palabras como con mis obras.