Antes de comenzar tu retiro, haga una pausa por unos momentos para dejar de lado todas las distracciones. Saber que estás en la presencia amorosa de Dios quien te acompaña en esta jornada de crecimiento y descubrimiento.
1 Reyes 19:12
Después del terremoto vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego se oyó una brisa tenue.
Dios estaba en el susurro. Elías, que no había visto al Señor en medio del drama y el poder del viento, del terremoto y del fuego, notó y respondió a Dios cuando éste le habló en un susurro. El susurro tiene un gran poder en las interacciones humanas. Estar lo suficientemente cerca de Dios como para oír sus susurros puede ser todo un reto, especialmente en medio de todas las distracciones de la vida. La oración nos ofrece una buena oportunidad para hablar con Dios y escuchar por si oímos su susurro como respuesta.
¿Me encuentro cómodo con el silencio?
¿Qué sonidos en mi vida pueden impedir que escuche el susurro de Dios? ¿Qué ruidos en mi mente pueden también interferir?
(Estate atento al susurro de Dios. Habla al Señor usando estas palabras o las tuyas propias.) Señor, estoy escuchando.