Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa. Respira profundamente tres veces. Sé consciente de la presencia amorosa de Dios, quien te acompaña en esta jornada de crecimiento y descubrimiento.
Lucas 19:38
Bendito sea el rey que viene en nombre del Señor.
Benditos seamos nosotros que vivimos nuestras vidas en el nombre del Señor. Pero, ¿recordamos con frecuencia lo que significa ser discípulo de Cristo? Tenemos que recordarnos a nosotros mismos que toda nuestra vida es un morir para así resucitar a una vida nueva. No hay resurrección sin la muerte. La vida en el Señor implica que un día estás en la gloria y al siguiente eres rechazado. Como discípulos tenemos la esperanza de que Dios nos sostiene todo el tiempo.
¿Cómo vivo mi vida en el nombre del Señor?
¿Cómo puedo bendecir la muerte y resurrección de mi propia vida, sabiendo que ambas provienen del Señor?
(Reza tu propia oración o hazlo con las siguientes palabras). Dios, fuente de toda gracia, te bendigo. Quiero hacer tu voluntad. Pongo libremente todo mi ser en tus manos.