Dedica unos momentos a relajarte y a encontrar la serenidad interior. Presta atención a tu respiración. Sé consciente de la presencia de Dios en la parte más profunda de tu ser.
Deuteronomio 30:19-20
Hoy tomo como testigos contra ustedes al cielo y a la tierra; te pongo delante bendición y maldición. Elige la vida, y vivirás tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, u uniéndote a él.
¿Vida y bendición o muerte y maldición? Es nuestra decisión. ¿Qué significa elegir la vida? ¿Cómo puedo saber si una decisión traerá vida? El libro del Deuteronomio ofrece tres criterios: cuando nuestra decisión se basa en el amor de Dios; cuando ponemos atención a lo que hemos escuchado de Dios en nuestros corazones y a través de los demás;¬† y por último, cuando nos aferramos a Dios a pesar de todo. Con estas tres condiciones podemos estar seguros de que cualquier decisión que tomemos nos llevará a la vida. La vida que elijamos no sólo es para nosotros sino para que otros puedan vivir también.
¿Qué significa para mí ahora mismo elegir la vida?
¿Cómo incluiría a otros en las decisiones que tomo hoy?
(Habla con Dios usando tus propias palabras o recitando la siguiente oración). Dios de la vida, tu llamada a elegir la vida es un eco que resuena por toda la creación. Ayúdame a amarte, protegerte en mi alma y a aferrarme siempre a ti.