Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa. Respira profundamente tres veces. Sé consciente de la presencia amorosa de Dios en la parte más profunda de tu ser.
Mateo 4:23
Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del reino y sanando entre el pueblo toda clase de enfermedades y dolencias.
El amor lo cambia todo. Cambia todo lo que hacemos y decimos. Jesús encarna el amor de Dios por nosotros. Este amor se ve en la predicación y sanación de Jesús, y en su compasión por los pobres. Tanto amó Jesús a su Padre que su única misión era hacer la voluntad de aquel que le envió. Jesús nos revela el rostro de Dios. A medida que llegamos a conocer a Dios por medio de Jesús, el amor de Dios nos envuelve. A medida que crecemos en esta relación, nuestro amor se derrama en los demás¬† y el círculo del amor sigue creciendo.
¿Cómo puedo demostrar hoy el amor de Dios?
¿Cómo puedo alimentar hoy mi vida espiritual?
(Reza reverentemente esta oración o hazlo usando tus propias palabras). Dios de amor, gracias por amarme y por invitarme a una relación contigo siempre más profunda. Te pido que derrame mi amor y afecte positivamente a los demás.