Al comenzar tu retiro, deja de lado todas tus distracciones. Respira profundamente. Abre tu mente y tu corazón a Dios.
Exodo 20:12
Honra a tu padre y a tu madre; así prolongarás tu vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar.
Jesús nos enseñó cómo vivir el Cuarto Mandamiento. Nació en una familia humana y creció bajo el cuidado de María y José. Gracias a la Encarnación, toda familia es sagrada. Los padres son el centro de la familia, ellos tienen la responsabilidad de cuidar a sus hijos y de cuidarse mutuamente. Viviendo el Cuarto Mandamiento devolvemos a nuestros padres el aprecio y el cariño que les debemos. Este amor mutuo es el que construye las relaciones familiares. El ejemplo de Jesús, que honró a su padre y a su madre, nos muestra el camino.
¿Qué puedo hacer hoy para fortalecer mis relaciones familiares?
¿Cómo puedo demostrarles honor y deferencia a mis papás y a los miembros más ancianos de mi familia?
(Habla con Jesús usando tus propias palabras o recitando la siguiente oración). Gracias, Jesús, por el don de la familia. Haz que cada día sea más consciente de la sacralidad de la familia.