Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa. Respira profundamente tres veces. Sé consciente de la presencia amorosa de Dios, quien te acompaña en esta jornada de crecimiento y descubrimiento.
Mateo 1:20-21
Ya lo tenía decidido, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María como esposa tuya, pues la criatura que espera es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, a quien llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
José estaba listo para poder oír la voz de Dios en su vida. Por obra del Espíritu Santo María se convirtió en la madre de Jesús. José, el prometido de María, aún sabiendo que no era el padre del hijo de María confió en Dios y la aceptó, y al hacerlo aceptó también a Jesús, en su casa. El aceptar a Jesús en nuestras vidas también implica confiar en Dios. El nombre de Jesús significa “Dios salva“, adelantándonos el resultado de nuestras vidas cuando confiamos en Dios y aceptamos a Jesús en nuestras vidas.
¿Cómo respondo cuando Dios le habla a mi corazón y me pide que confíe en él?
¿Cómo puedo animar a los demás a que confíen en Dios y acepten a Jesús en sus vidas?
(Habla con la Sagrada Familia rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Jesús, María y José, rezad por mí para que tenga un corazón que confíe sólo en Dios. Ayudadme a animar y a aprender de la confianza inocente que los niños tienen en ustedes, la Sagrada Familia.