Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa. Respira profundamente tres veces. Sé consciente de la presencia amorosa de Dios, quien te acompaña en esta jornada de crecimiento y descubrimiento.
Deuteronomio 6:4
Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas.
Cuando un niño nace los padres se rinden ante la belleza y el júbilo que trae consigo una vida nueva. Descubren la profundidad de un amor que no sabían que existía, un amor que les llena por completo. Esto no es más que una pequeña parte del amor que Dios nos tiene y del amor que nosotros le deberíamos tener en agradecimiento. El ser conscientes de cuánto Dios nos ama es lo que nos libera para poder amar a los demás.
¿De qué maneras es mi amor por el Padre condicional?
¿Cuándo, si alguna vez, mi amor por el Padre me ha consumido?
(Reza a Dios la siguiente oración o hazlo usando tus propias palabras). Dios amoroso, que mi ser se llene de ti. Gracias por tu amor, siempre presente, siempre fuerte, siempre arrollador.