Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa para dejar de lado todas las distracciones. Respira profundamente y descansa en la presencia amorosa de Dios.
Juan 2:19-22
Jesús les contestó: “Derriben este santuario y en tres días lo reconstruiré . . .” Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos recordaron que había dicho eso y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús.
La presencia de Dios entre nosotros no está dentro de los límites de unos muros de piedra. Dios vive en nosotros personificado en Cristo resucitado. Los muros han caído. Jesús está presente en todas partes y en cada momento. Si miramos al mundo con los ojos de la fe podemos ver la presencia de Dios. Es entonces cuando somos capaces de ayudar a los otros a ver de la misma manera.
¿Cómo muestran mis obras que realmente creo que Jesús está presente en mí?
¿De que forma cambiaría mi día de hoy si recordara que Jesús está presente en todos los lugares a los que voy y en todas las personas con las que me encuentro?
(Habla con Jesús rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Jesús, hermano nuestro, tú nos has mostrado el camino a la salvación. Ayúdanos a recordar tus palabras y a vivir siendo conscientes de tu presencia.