Antes de comenzar tu retiro, respira profundamente y sé consciente de la presencia amorosa de Dios.
Deuteronomio 6:4
Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es solamente uno.
El pueblo hebreo fue liberado en el mar Rojo de la esclavitud en Egipto y del ejército del faraón. Dios utilizó a Moisés para darles la posibilidad de elegir si querían o no seguir viviendo en afinidad con él. Contestaron que sí entusiasmados. La única condición que Dios les puso fue que Dios debería ser siempre lo primero en sus vidas. No le podrían dar mayor prioridad a nada ni a nadie. Dios nos ha puesto la misma condición. Cada día tenemos la tentación de dejar que otras cosas u otras personas tomen el lugar de Dios en nuestras vidas. En esas ocasiones podemos recordar las instrucciones de Moisés al pueblo hebreo y unirnos en un entusiasta ¬°Sí! a Dios.
¿Cómo estoy tentado a dejar que otras personas o cosas tomen el lugar de Dios en mi vida?
¿Qué es lo que más me distrae de poner a Dios primero en mi vida?
(Confía en Dios y háblale usando esta oración o tus propias palabras). Dios amoroso y fiel, tú liberaste al pueblo hebreo de la esclavitud y o guiaste a la tierra prometida. Líbrame del pecado y la esclavitud y guíame a la promesa de tu amor.