Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa. Respira profundamente tres veces. Sé consciente de la presencia amorosa de Dios, quien te acompaña en esta jornada de crecimiento y descubrimiento.
Lucas 15:4
Si uno de ustedes tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va a buscar la extraviada hasta encontrarla?
Dios nunca nos pide que le dejemos tranquilo. Todo lo contrario, Jesús nos dice que Dios nos busca cuando estamos perdidos y se alegra de nuestra vuelta. Jesús nos enseña que Dios cuida de todo su rebaño. Con el sacramento de la Penitencia, Jesús le ofreció a la Iglesia la manera de que aquellos que se encuentran perdidos en el pecado puedan volver a la plenitud del amor de Dios. Nos consuela saber que Dios siempre está esperando ansioso nuestro regreso y nos acogerá de nuevo con los brazos abiertos.
¿Qué harías si tuvieras cien ovejas y perdieras una?
¿Cómo puedo vencer el deseo de esconderme de mis pecados, lograr enfrentarme a ellos y pedir el perdón de Dios?
(Habla con Dios rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras). Dios misericordioso que siempre perdonas, gracias por llamarme a tu lado. No dejes que me vuelva a perder.