Dedica unos momentos a relajarte y a encontrar la serenidad interior. Presta atención a tu respiración. Sé consciente de la presencia de Dios en tu interior.
Juan 14:7
Si me conocieran a mí, concerían también al Padre.
Este versículo del Evangelio según San Juan proclama que todo lo que se puede saber de Dios, el Padre, ha sido revelado por Jesucristo, el Hijo. Cuando en oración reflexionamos sobre las palabras de las Escrituras, llegamos a un conocimiento más profundo y a una relación viva con ambos, Dios Padre y Jesús. En oración invitamos a que las palabras de las Escrituras echen raíz en nuestros corazones y transformen nuestras vidas.
¿Cómo hace mi oración que esté abierto a una relación más íntima con Dios?
¿Cómo hace mi oración que esa relación sea cada vez más profunda?
(Habla con Dios usando tus propias palabras o hazlo con la siguiente oración). Dios de toda la creación, gracias por el regalo de Jesús, en quien te hiciste ser humano.