Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa y relájate. Respira profundamente. Recuerda lo mucho que te ama Dios.
Lucas 12:32
No temas, pequeño rebaño, que el Padre de ustedes ha decidido darles el reino.
¡Qué mensaje tan tranquilizador les da Jesús a sus discípulos y a nosotros! Primero reconoce nuestros temores humanos y luego nos lleva a superarlos. Es una invitación a profundizar en nuestra confianza en Dios, quien sólo desea nuestro bien. Al mismo tiempo es un recordatorio de que nuestra naturaleza es frágil. Hemos sido creados por un Dios amoroso que nos conserva en la existencia y de quien dependemos como una oveja del pastor. Con Dios generoso como pastor ya no hay nada que temer.
¿Cómo me siento cuando experimento mi radical dependencia de Dios?
¿De qué tengo miedo? ¿Qué me impide poner todos mis temores en las manos de Dios?
(Habla con Dios usando tus propias palabras o recitando la siguiente oración). Dios amoroso, gracias por crearme y conservarme en la existencia. Ayúdame a responder a tus dones con una mayor confianza.