Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa para enfocarte en tu interior. Respira lenta y profundamente mientras recuerdas que estás en la presencia amorosa de Dios a lo largo de esta jornada de amor.
Salmos 65:10-14
Tú cuidas de la tierra, la riegas,
la enriqueces sin medida;
La acequia de Dios va llena de agua.
Preparas sus trigales.
Así preparas la tierra:
las praderas se visten de rebaños
y los valles se cubren de mieses
que aclaman y cantan.
En este salmo, la fecundidad de la Tierra es un testamento del amor de Dios. El mundo creado le responde cantando con alegría al Creador. Dios sobrepasa los límites de la generosidad al crear a la familia humana, pues nos dio el alma, la inteligencia y la libre voluntad. Cuando usamos estos dones para servir a Dios y al prójimo le damos continuidad a la obra de Dios en la Tierra. En armonía con Dios, cuidemos el mundo y alabemos a Dios con nuestro canto de amor y alegría.
¿Cuándo he notado especialmente la generosidad de Dios en mi vida?
¿Cómo he expresado mi gratitud?
(Habla con Dios usando las palabras que desees o hazlo con la siguiente oración). Dios generoso que provees a todas mis necesidades, enséñame a cuidar tu creación y al prójimo con un corazón lleno de alegría.