Dedica unos momentos a relajarte y a encontrar la serenidad interior. Presta atención a tu respiración. Sé consciente de la presencia de Dios en la parte más profunda de tu ser.
Juan 15:5
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos: quien permanece en mí y yo en él dará mucho fruto; porque separados de mí no pueden hacer nada.
A medida que los teléfonos celulares y los aparatos inalámbricos son más y más comunes, se ha hecho popular hablar de “estar conectado“. Este mismo concepto se encuentra en el Evangelio según San Juan. Jesús nos dice claramente que la única conexión que verdaderamente nos va a dar vida es nuestra relación con Dios. Los sacramentos nos ayudan a vivir como Jesús lo hizo. Comenzando con el Bautismo, somos reafirmados continuamente al participar en los sacramentos. La gracia que recibimos a través de los sacramentos nos mantiene en conexión con Dios para que nuestras vidas puedan dar fruto.
¿Cuál es la fuente principal de mi conexión con Jesús?
¿Hay algún área en la que mi conexión necesita ser reforzada?
(Reza a Jesús, puedes usar esta oración o tus propias palabras). Jesús, aliméntame a través de los sacramentos para que viva una vida fructífera y pueda compartir esa bendición con los demás.