Al comenzar tu retiro, deja de lado todas tus distracciones. Respira profundamente. Abre tu mente y tu corazón a Dios.
Marcos 6:41-42
Tomó los cinco panes y los dos pescados, alzó la vista al cielo, bendijo los panes y los partió y se los fue dando a los discipulos para que los sirvieran; y repartió los pescados entre todos. Comieron todos y quedaron satisfechos.
El amor que Dios nos tiene es mucho más grande de lo que podemos llegar a imaginar. ¿Quién sino Dios podría imaginar poder alimentar a miles de personas con sólo cinco panes y unos cuantos peces? Jesús nos demuestra que si confiamos plenamente en Dios incluso el gesto más insignificante puede convertirse en una gracia grande. Habría sido mucho más fácil para Jesús haber hecho caso a sus discípulos. Pero en vez de eso, Jesús les pide a los discípulos que intenten algo que parecía inútil en vista de la cantidad de personas hambrientas. Hoy Jesús nos sigue pidiendo hacer lo mismo; que permitamos que Dios muestre su amor y generosidad en abundancia a través de nuestro esfuerzo.
¿Me han sorprendido recientemente la abundancia y generosidad de Dios?
¿Estoy preparado para realizar el esfuerzo que supone dejar que la obra de Dios se realice a través de mí?
(Habla con Dios utilizando estas palabras o las tuyas propias). Dios amoroso y generoso, tu amor por nosotros no tiene límite. Incrementa mi confianza en ti para que pueda ser señal de tu Reino para aquellos con los que hoy me encuentre.