Dedica unos momentos a relajarte y a encontrar la serenidad interior. Presta atención a tu respiración. Sé consciente de la presencia de Dios en tu interior.
1 Corintios 11:26
Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que vuelva.
Hay algunas cosas que nos va bien recordar constantemente. Al celebrar la Eucaristía se nos recuerda una y otra vez el sacrificio de Jesús en la cruz, el cual nos revela el amor incondicional que el Padre nos tiene. Proclamando su muerte, anunciamos su amor. Recibiendo la Eucaristía, mantenemos el amor de Dios ante nosotros. Se nos alimenta con el Cuerpo y la Sangre de Jesús y como resultado se nos fortalece, personal y comunitariamente, para vivir nuestra propia experiencia de muerte y resurrección. La Eucaristía es la cima de nuestra vida como cristianos. Nos nutre y nos une a todos los creyentes en el Cuerpo de Cristo.
¿Cómo puedo anunciar el amor de Cristo proclamando su muerte?
¿De qué forma me ayuda la Eucaristía en mis experiencias personales de muerte y resurrección?
(Habla con Jesús usando tus propias palabras o hazlo con la siguiente oración). Jesús, Pan de Vida, con tu muerte en la cruz nos revelaste el amor del Padre. Haz que tu Cuerpo y tu Sangre me liberen para compartir ese amor con los demás.