Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa. Respira profundamente tres veces. Sé consciente de la presencia amorosa de Dios, quien te acompaña en esta jornada de crecimiento y descubrimiento.
Romanos 8:19-21
La humanidad aguarda ansiosamente que se revelen los hijos de Dios. Ella fue sometida al fracaso, no voluntariamente, sino por imposción de otro; pero esta humanidad tiene la esperanza de que será liberada de la corrupción para obtener la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Nosotros no somos la única especie que desea disfrutar de la libertad. Somos parte de un todo. Toda la creación se une a nuestro anhelo de compartir la libertad gloriosa de los hijos de Dios. No es un secreto que la Tierra está bajo presión por la sobrexplotación de sus recursos. Como resultado de eso, en muchos lugares el ambiente ya no es sano para la gente que vive ahí. Cuando reflexionamos sobre el Séptimo Mandamiento (“No robarás“) nos damos cuenta de que éste incluye robar los recursos de la Tierra. Cuando le robamos a la Tierra, estamos robándole a Dios, nos robamos a nosotros mismos y le robamos a las generaciones futuras. Como hijos de Dios estamos llamados a respetar y cuidar la Tierra en la que todos vivimos.
¿De qué necesito liberarme?
¿Demuestran mis actitudes hacia el medio ambiente mi respeto por Dios, por mí mismo y por los demás?
(Habla con Dios usando las palabras que desees o hazlo con la siguiente oración). Dios de toda la creación, deseamos liberarnos de nuestra esclavitud del pecado para vivir en la libertad de tus hijos. Abre mis ojos para que vea tu imagen en todo lo que has creado y respete la creación como obra de tus manos.