Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa para dejar de lado todas las distracciones. Respira profundamente y descansa en la presencia amorosa de Dios.
Marcos 12:30
Amar al Ser tu Dios con todo tu coraz, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas.
El amor por Dios no puede ser relegado a un momento y lugar determinado o a una sola parte de nuestra existencia. Jesús le dice a quien se lo pregunta que el amor por Dios debe ocupar a la persona en su totalidad, cuerpo, pensamiento y alma. Se nos invita a que dejemos que nuestro amor por Dios se vea cuando respiramos, cuando caminamos y cuando dormimos, en nuestra tristeza y en nuestra alegría, en nuestros fracasos y en nuestros éxitos.
¿Amo a Dios con todo mi corazón?
¿Qué voy a hacer para aumentar mi amor por Dios?
(Habla con Dios usando tus propias palabras o hazlo con la siguiente oración). Dios generoso, lléname de tu gracia, permite que me abra a tu presencia en cada fibra de mi ser, cada minuto de mis días y en cada persona con la que me encuentre.