Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa y relájate. Respira profundamente. Recuerda lo mucho que te ama Dios.
Juan 6:48
Yo soy el pan de la vida.
La vida. En las Escrituras Jesús proclama que vino para que todos tengan vida y la tengan en abundancia. Jesús dice a los que le escuchan que él es el pan de vida. Todas las culturas tienen una forma de pan que es el alimento básico de la vida. Al igual que la comida servida alrededor de la mesa familiar alimenta nuestro cuerpo físico, Jesucristo alimenta nuestro espíritu y nuestra vida misma con sí mismo, su vida en la mesa eucarística. ¿Qué don más grande podríamos recibir que la misma vida de Cristo en nosotros?
¿Qué me lleva a apreciar más profundamente el que Jesús comparta su vida conmigo?
¿Cómo manifiestan mis obras y palabras el hecho de que Cristo vive en mí?
(Reza a Dios la siguiente oración o hazlo usando tus propias palabras.) Dios, fuente de nuestro ser, con plena gratitud te agradezco el don de Jesús que me ofreces cuando me reuno con tu pueblo alrededor de tu mesa. Abre mi corazón a la profundidad de tu amor.