Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa y relájate. Respira profundamente. Recuerda lo mucho que te ama Dios.
Juan 2:9-11
Cuando el encargado del banquete probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde procedía, aunque los servidores que habían sacado el agua lo sabían, se dirige al novio y le dice: “Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los convidados están algo bebidos, saca el peor. Tú, en cambio has guardado hasta ahora el vino mejor.”
La acción fue tan extraordinaria que el encargado del banquete se sintió obligado a mencionarla. Es probable que el novio hubiera pensado que se sirvió primero el mejor vino. ¿Qué pensamientos corrieron por su mente cuando el encargado le dirigió estas palabras? Tanto el novio como el encargado estaban asombrados. Una cosa que aprendemos de Jesús en los evangelios es que la abundancia es un signo del reino de Dios. Jesús lo demostró una y otra vez en su ministerio público. Cuanto más nos acerquemos a Jesús, más nos daremos cuenta de que la vida cristiana es una vida diferente a todas las demás.
¿Cómo has experimentado la abundancia de Dios?
¿Qué partes de tu vida han cambiado como resultado de acercarte a Jesús?
(Habla con Jesús rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Jesús, tu revelas el reino de Dios de muchas maneras sorprendientes. Te ruego que tus signos y maravillas me acerquen cada vez más a ti.