Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa. Respira profundamente tres veces. Sé consciente de la presencia amorosa de Dios, quien te acompaña en esta jornada de crecimiento y descubrimiento.
Marcos 10:15
Se los aseguro, el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Los niños dependen de los adultos, pero desde una temprana edad quieren la independencia. Ya sea caminar por sí mismos o agarrar los cubiertos, lo quieren hacer solos. Pero aun cuando lo hacen solos quieren que un adulto les esté mirando. Jesús quiere que hagamos lo mismo cuando trabajamos para extender el reino de Dios. Trabajamos para que el reino se conozca aquí y ahora, pero queremos que Dios esté con nosotros cuando lo estamos dando a conocer.
¿Qué hago para aceptar al Espíritu de una forma abierta e incondicional, como lo hacen los niños?
¿Hay algo que me impide estar abierto a la obra del Espíritu en mi vida?
(Habla con Dios Padre rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Padre, libérame de las trampas de la vida que me impiden abrirme a ti. Ayúdame a recuperar la inocencia que viene con la confianza. Hazme libre para ser tu hijo.