Al comenzar tu retiro, deja de lado todas tus distracciones. Respira profundamente. Abre tu mente y tu corazón a Dios.
Lucas 15:32
Se había perdido y ha sido encontrado.
Llaves perdidas, gafas perdidas, papeles perdidos. Encontrarlos nos trae un momento de alivio. Dirección perdida, pasión perdida, relación perdida. Encontrar estas cosas es labor de toda una vida. Perdemos, encontramos, perdemos otra vez. Pero no temas, incluso cuando nos hemos perdido a nosotros mismos, estamos siempre a la vista de Dios.
¿Qué cosas de tu vida ya no tiene sentido guardar?
¿Qué es lo que merece la pena perder?
(Reza usando esta oración o con tus propias palabras). Tú que siempre me buscas, O Dios. Dame la gracia de tener un corazón que pueda sostenerse en tus deseos y renuncie a los míos.