Dedica unos momentos a relajarte y a encontrar la serenidad interior. Presta atención a tu respiración. Sé consciente de la presencia de Dios en la parte más profunda de tu ser.
Mateo 13:7-9
Otras cayeron entre espinos: crecieron los espinos y las ahogaron. Otras cayeron en tierra fértil y dieron fruto: unas ciento, otras sesenta, otras treinta. El que tenga oídos que escuche.
En la parábola del labrador Jesús dice a los que le escuchan que al esparcir la semilla alguna cayó en tierra mala y murió. Pero la semilla que cayó en buen terreno creció y produjo fruto abundante. La Palabra de Dios, escuchada por quienes quieren aceptarla, también producirá fruto abundante. Los cristianos deben ser fieles a la tarea de proclamar la verdad de la Palabra de Dios, teniendo la certeza de que esa Palabra caerá en buena tierra y producirán fruto abundante.
¿Qué clase de terreno describe mi vida espiritual en este momento?
¿Qué mensaje tiene hoy para mí la Palabra de Dios?
(Habla con Jesús utilizando esta oración o una tuya propia). Jesús, maestro labrador, ayúdame a seguir tu ejemplo y plantar con gracia, confianza y amor.