Dedica unos momentos a relajarte y a encontrar la serenidad interior. Presta atención a tu respiración. Sé consciente de la presencia de Dios en la parte más profunda de tu ser.
Salmos 23:1
En los últimos tiempos —dice Dios—derramaré mi espíritu sobre todos: sus hijos e hijas prefetizarán, sus jóvenes verán visiones y sus ancianos soñarán sueños.
Pastorear era un trabajo duro. El salmista describe el “valle oscuro“ y los ojos vigilantes de los “enemigos“ al acecho. A pesar de todo eso, el pastor responde a todas las necesidades de su rebaño. La Palabra de Dios se parece a esto en algunos aspectos. Comodidad, guía, conocimiento y entendimiento de los sufrimientos? se encuentran en toda la Escritura. Nuestra oración comunitaria y la liturgia se derivan de la riqueza de la Palabra de Dios. Dedicar tiempo a la lectura de la Escritura nos ayuda a recordar que no nos falta nada y que Dios responde a todas nuestras necesidades.
¿Qué frase o verso de un salmo me viene a la memoria?
¿Cuándo sentí que un salmo en particular me afectaba interiormente?
(Habla con Dios con las palabras que desees o con la siguiente oración). Guíame, oh Dios. Dirígeme con tu palabra para conocerme mejor a mí mismo. Dame el ánimo y la habilidad para trabajar contigo ayudando a los demás.