Al comenzar tu retiro, deja de lado todas tus distracciones. Respira profundamente. Abre tu mente y tu corazón a Dios.
2 Samuel 12:13
David dijo a Natán: “¡He pecado contra el Señor!”.
En los dos libros de Samuel encontramos la historia de David, el gran rey que tomó malas decisiones. Permitió que su envidia creciera hasta llegar a cometer adulterio y asesinato. Pero cuando el profeta Nahúm lo enfrentó con la verdad, él demostró su grandeza de otra forma: arrepentimiento. No se excusó ni minimizó los hechos; no trató de buscar otro culpable que no fuera su propio pecado. Después aceptó su pecado, pidió perdón y aceptó las consecuencias. Uno de los caminos más difíciles para aprender es aprender de nuestros pecados, pero normalmente es muy efectivo. Del linaje de David vendría Jesús, quien nos libraría a todos del pecado.
¿Cómo reacciono cuando me enfrento con la verdad de mi pecado?
¿Qué tan firmemente creo en el amor y la misericordia incondicionales de Dios?
(Habla con Dios con las palabras que desees o hazlo con la siguiente oración). Dios de misericordia y justicia, generosamente nos perdonas cuando nos arrepentimos de nuestros pecados. Ayúdame a confiar en tu amor incondicional.