Dedica unos momentos a relajarte y a encontrar la serenidad interior. Presta atención a tu respiración. Sé consciente de la presencia de Dios en la parte más profunda de tu ser.
Hechos de los Apóstoles 2:42
Se reunían frecuentemente para escuchar la enseñanza de los apóstoles, y participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones.
El ser cristiano puede ser una forma de vida exigente. Los primeros cristianos entendieron el tipo de conversión que requería. Era necesario escuchar, aprender, pensar y actuar más allá del pequeño círculo de los miembros de la familia. Se hacía énfasis en la vida comunal. El bien de todos era el objetivo por el que debían vivir sus vidas individuales. La manera en que se nos llama a vivir nuestra vida de discípulos no es diferente de la de los primeros cristianos. Es una vida vivida en comunidad, en servicio y en oración.
¿De qué forma querer el bien de todos hace que las decisiones que tomo tengan sentido?
¿En qué manera mi vida como discípulo se parece a la de los primeros cristianos?
(Habla con Dios rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Dios leal, gracias por llamarme a seguir a tu Hijo y por el ejemplo de todos los discípulos que han ido por delante de mí. Concédeme la gracia de vivir mi vida como muestra evidente de mi amor por ti.