Antes de comenzar tu retiro, respira profundamente y sé consciente de la presencia amorosa de Dios.
1 Corintios 12:13
Todos nosotros, judíos o griegos, esclavos o libres, nos hemos bautizado en un solo Espíritu para formar un solo cuerpo, y hemos bebido un solo Espíritu.
La unidad de la que habla San Pablo en sus cartas a la iglesia en Corinto transciende las circunstancias humanas de geografía o situación social. A pesar de que hay una gran diversidad en los dones de las personas que forman la Iglesia, el Espíritu hace que todos los creyentes se unan. Incluso con las diferencias en las funciones que cada uno tiene que desempeñar, todos estamos unidos por el Espíritu Santo y a todos se nos reta a vivir una vida de oración y servicio.
¿Qué puedo hacer para promover la unidad en mi comunidad parroquial?
¿Cuándo he sentido la unidad de pertenecer a la Iglesia universal?
(Habla con Dios usando tus propias palabras o hazlo con la siguiente oración). Gracias, Dios que nos amas, por acercar a ti a todas las culturas, todas las razas, todas las edades y todos los dones. Ayúdame a ver a todas las personas con una visión y un corazón moldeados por tu Espíritu.