Para comenzar tu retiro, deje que el amor de Jesús inunda tu ser mientras rezas lentamente con cada inspiración, “Ven, Jesús-ven, Jesús-ven, Jesús.“ Ser llenado con su amor.
Mateo 20:30
Dos ciegos, que estaban sentados al costado del camino, al oír que Jesús pasaba, se pusieron a gritar: ¡[Señor] Hijo de David, ten compasión de nostoros!
La ironía de esta historia es que tenemos dos personas que no pueden ver físicamente pero que tienen una perfecta visión espiritual. Supieron con los ojos de la fe que Jesús era el Mesías. Confiaron en su misericordia, mientras las gentes que les rodeaban trataban de hacerles callar. Cuando somos verdaderos creyentes también vemos con los ojos de la fe y la confianza.
¿Qué problemas tengo en mi vida que debería poner en manos del Señor, confiando en que se solventarán?
¿Hay algo en mi vida personal que puede necesitar ser visto con los ojos del espíritu?
(Habla con Jesús con tus propias palabras o hazlo con la siguiente oración). Jesús, ayúdame a ver más claramente lo que deseas que sepa.